Muchos decían que se retiraría joven, otros alegaban que sus complicadad lesiones no lo dejarían ser como antes, y sólo habían pocos que creían en él. Yo era una de las pocas personas que no hacía caso a los rumores y confiaba que cuando Rafael Nadal retornara a la competencia en un buen nivel, sería una verdadera amenaza. Este muchacho no sólo estaba dispuesto a recuperar su lugar merecido como el número dos, sino a lograr ser nuevamente el número uno, aunque tenga que desplazar a su amigo Roger Federer, con quien ha protagonizado una más de las muchas espectaculares finales que los fanáticos del tenis hemos visto.
Este domingo, ambos jugaron a un excelente nivel y ofrecieron un magnífico espectáculo, un reñido partido que se definió en tie break y que estuvo cerca de ganarlo Federer para forzar el tercer set. Nadal se impuso por 6-4 y 7-6 (7-5). El manacorí derrotó al suizo aprovechando su oportunidad, pese a que el número uno también tuvo oportunidades de quebrarle el saque. Victoria merecida para el español, que triunfó frente a su gente y en su tierra, el ATP Madrid es nuevamente suyo.
Hay que estar atentos con Nadal, en el tiempo que el "Rafa" estuvo lesionado, Federer se situaba cómodamente en el número uno sin ninguna inquietud. Ahora sabe que su máximo rival volvió, no creerá en la amistad que tienen fuera de la cancha, luchará torneo por torneo para seguir siendo el monarca y que el joven tenista no le arrebato su tan preciado primer lugar, ese privilegiado sitial que ha tenido por mucho tiempo y que no quiere perder de ninguna forma.
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