La selección peruana de fútbol disputó sus primeros dos amistosos en el comienzo de la era Markarián. La meta es lograr la clasificación al mundial de Brasil 2014, pero ¿se logrará? Sin ser pesimistas, hay que encontrar un equilibrio y no exagerar en los comentarios. Un sector de la prensa nacional está vendiendo grandes ilusiones, algunas de ellas infundadas, acerca de que la etapa anterior ya se dejó atrás. Sinceramente, pienso que no vamos a cambiar así de fácil, que tenemos que respetar este proceso y, lo principal, creer en que se puede lograr. Para salir de este hoyo tan profundo en el que nos encontramos, se necesitan más que ganas, requerimos de trabajo y paciencia, esa es la razón fundamental de la contratación del técnico uruguayo.
Ahora, debemos de tomar en cuenta los rivales que tuvimos: Canadá y Jamaica. Ambos no son considerados países con gran tradición futbolística, sino que demostraron que les falta mucho por recorrer si es que aspiran a competir en primer nivel. Se les ganó 2-0 y 2-1 de visitantes, respectivamente. Es cierto, las victorias han servido para dar confianza y eso es muy importante para poder tener el temperamento de querer superarnos. Pero hay que ser conscientes del largo camino que nos espera, teniendo en cuenta las buenas actuaciones de los equipos sudamericanos en Sudáfrica, está de más decir que nuestra eliminatoria es realmente complicada, quizá la más difícil del planeta. Por lo tanto, no podemos creernos los mejores si ganamos o los peores sin perdemos, hay que buscar el balance.
No puedo negar que me gustaría ver a Perú en el mundial, desde España 82 no acudimos al evento deportivo más hermoso y apasionante, pero hay que tomar las cosas con calma. Los que no hemos visto a la selección en una cita mundialista, esperamos que la situación se revierta y sentirnos igual de representados que nuestros hermanos de países vecinos. Esto será difícil, pero si otros han logrado reflotar...¿por qué no nosotros?
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