Argentina se despidió de su afición con un 5 a 0 sobre una débil Canadá. No quiso arriesgar, pero si propició la unión de los aficionados con los jugadores. Más de 50 mil personas estuvieron alentando a su selección en el estadio Monumental de River Plate. Buenas actuaciones con goles de Maxi Rodríguez ( un doblete), Di María (un golazo), Carlos Tévez (con asistencia de Higuaín) y Sergio Agüero (el primer balón que tocó cuando ingresó al campo). Argentina dio una buena impresión y generó expectativa no sólo en su país, sino en el mundo.
Todos querían ver a Lionel Messi. Lamentablemente, el mismo día del partido sintió una molestia, no quisiero arriesgarlo para evitar una lesión. Sin embargo, Leo estuvo durante todo el partido, animando a sus compañeros y observando detenidamente el juego con buen humor y la mejor de las predisposiciones.
El examen previo a Sudáfrica lo aprobaron los muchachos del Diez y dejaron en claro que dejarán el alma para enorgullecer a Argentina. Ellos quieren llevar el trofeo a su país y, con fe, puede ser posible que logren la hazaña. 24 años después de su última corona mundial, el país del tango quiere consagrarse nuevamente como el mejor del mundo.
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