Holanda es uno de los candidatos y en este mundial, tan irregular y extraño, vale ganar aunque no sea jugando bonito. Y así lo hizo, al igual que Argentina, obtuvo los seis puntos que disputó y espo le bastó para clasificar. En Sudáfrica 2010 vale mucho ganar, porque a cualquiera le puede pasar lo mismo que a España contra Suiza. Lo primordial es pasar de fase y si es como primero, pues mucho mejor.
Patrick Kluivert, el máximo goleador de la naranja mecánica, comentó hace poco a Fox Sports Central que "esta Holanda no seduce, pero que lo más importante ahora es ganar para estar en octavos". Es decir, los tiempos han cambiado, el fútbol ha evolucionado, no es el mismo de antaño. Antes todos se preocupaban no sólo por la victoria, sino por demostrar un buen juego, ganar con autoridad y ofrecer espectáculo. Gratamente recordada las selecciones holandesas del 74 y 78, dignísimas finalistas que derrochaban buen juego. Sin embargo, esta Holanda no es la misma y primero piensa en la victoria y después se preocupará, con el correr de los partidos, acerca de su juego. Esperemos que el nivel se eleve en instancias decisivas porque sino podría parecerse a Italia 90, aunque en goles es bastante similar.
Quizá tenga que ver la ausencia de Arjen Robben, un jugador fundamental y fantástico que es el desequilibrio en su equipo. Los Países Bajos lo extrañan mucho y, a veces, lo dejan muy solo a Wesley Sneijder para la elaboración. El 10 de la selección y del Inter de Milán necesita de un acompañante, le hace falta ese delantero desequilibrante y que desborda con bastante rapidez, así como deslumbró no sólo a Alemania sino a toda Europa. Es probable de que con Robben jueguen mejor, siempre un futbolista de esas características enriquece el juego de cualquier equipo. Estoy segura de que Holanda ganará mucho cuando su estrella esté al 100 % en los octavos de final.
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