Pocos pensaban que lo lograría tan pronto, otros (entre los que me incluyo) confiaban en que esto pasaría más temprano que tarde. Sinceramente, me da mucha alegría que el Rafa se corone nuevamente como el número uno. Quizá por lo que se decía sobre sus lesiones, sobre el "ocaso" de su carrera o la lesión larga e inoportuna. Se especularon muchas cosas sobre este grandísimo jugador, que quizá no tiene la técnica exquisita de Federer, pero que ya ha dejado huella en el tenis siendo tan joven y con tantos torneos y grand slams ganados.
Parecía más difícil, pero Nadal lo hizo ver fácil. El español venció a Soderling por un 6-4, 6-2 y 6-4. Al final parece que no sufrió, pero ese partido fue especial. Ahora están a mano, la revancha ya fue cobrada por el manacorí, volvió a ser el rey en París, algo que nunca debió dejar de ser. El número 1 volvió y, con ello, toda la alegría del mundo.
Para los que están empezando a apostar cuánto durará el "Rafa" en el primer lugar, tengan más cuidado ahora. Lamento decepcionarlos, pero les voy advirtiendo que, esta vez, será muy complicado hacer que Nadal baje de su sitial como el mejor, se aferrará a ellos hasta con los dientes, así como lo hace con sus trofeos ganados.
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