Cuando Nadal ganó su primer Roland Garros, expresó su ilusión de consagrarse en Wimbledon, algo que muchos dudaban puesto que sólo dominaba el campo de arcilla. Aquel jovencito de 19 años, con una enorme fortaleza física y mental, se asemejaba a una máquina. Ahora, el actual número uno del mundo, logró completar los 4 Gran Slam que necesitaba para hacerse inmortal en la historia del tenis. El Abierto de Estados Unidos era su obsesión, tras haber cumplido su sueño de salir campeón en tierras inglesas, consiguió el último título que le faltaba para completar su colección. El US Open terminó siendo su más grande anhelo en estos últimos dos años y fue largo el camino. Novak Djokovic fue un rival que dio batalla.
Un encuentro digno de la espera que tuvo, se postergó del domingo al lunes y, para colmo de males, en el nuevo día programado se vuelve a suspender momentáneamente. La tormenta eléctrica llegó en el momento menos adecuado. El "Rafa" se había llevado el primer set por 6-4 y estaban empatados 4-4 en el segundo. Felizmente, después unas tres horas aproximadamente, se reanudó el partido y aquel set lo ganó "Nole"por 7-5. Cuando la gente comenzaba a inquietarse por el empate, el español quebró el saque a su oponente y venció otra vez por 6-4.
Con dos sets a favor de Nadal, todos pensaban que el serbio se resignaría. Sin embargo, nunca bajó los brazos y, aunque fue totalmente superado en esa última parte, siguió peleando por ese título que antes le había sido esquivo. Un rotundo 6-2. "Nole" no pudo hacer mucho ante un imparable "Rafa" que demostró no ser un robot que juega al tenis, sino haber evolucionado en su juego y adquirir la técnica que necesitaba para ser uno de los más grandes. Sólo siete han logrado la hazaña de inscribir su nombre para siempre. El de Manacor, a los 24 años, también lo hizo.
Foto: Cortesía http://www.eleconomista.mx/
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