Hace más de una semana comencé este post hablando de André Carrillo. Por falta de tiempo, no llegué a extenderlo como quería. No obstante, agradezco no haberlo culminado ya que me gustaría tocar otro tema que considero muy importante: mentalidad.
Tanto se ha hablado acerca del fracaso de nuestra selección sub 20 en el último sudamericano, también en el anterior y así sucesivamente pero en retroceso. Las particulares noticias de Reimond Manco han llegado tan lejos que, desde aquí, me siento indignada. Cuando me enteré de su secuestro, me pareció extraño pero sentí preocupación por el jugador. México es muy peligroso y no pensé en los antecedentes del popular "Rei" debido a lo delicado del asunto. Hasta que la gota, de verdad, colmó el vaso. El ex Alianza y PSV asegura que no volverá al país donde ocurrió ese suceso traumático para él. ¿Qué quiso decir con esto? Chau Atlante. Sí, a aquellos todavía creían en él, los pocos que quedaban, los terminó por desilusionar nuevamente. No es un caso perdido, sino irreversible.
Sé que la gente está cansada de ese ejemplo, del prospecto de gran jugador que no llegó a ser. Al que hace unos tres años se le vislumbraba un futuro europeo, además que tuvo la enorme oportunidad de emigrar al viejo continente pero terminó regresando sin haber logrado nada. No obstante, debo decir que no es el único caso que hemos tenido y creo que lo sabe la mayoría. Hemos tenido grandes promesas, proyectos de extraordinarios futbolistas y además a los que finalmente la carrera se les trunca o se les estanca por diversos motivos, en varios casos por algo ajeno a las canchas.
El secuestro de Reimond Manco tiene tantas versiones de las que nadie cree una sola palabra. Y aunque fuera cierto, no tendría por qué volver a Lima. Según él, se estaba comportando como un profesional, entonces, como tal, debía regresar. En México están furiosos con el ex "jotita" aludiendo a que es alcohólico y mitómano, mientras el joven delantero ha optado por jugar en el Perú. Un triste hecho, sin duda. Al parecer, este futbolista, sin ser muy rigurosa lo puedo llamar así, no ha crecido ni como persona ni como deportista. No escarmienta, simplemente vive el momento y es conformista. Cuantos casos de jugadores con mucha técnica como Kukín, Cordero y hasta Waldir que sólo rendían bien para el nivel local. Hay que tener en cuenta que el goleador histórico aliancista jugó en Estados Unidos y Argentina, pero no dejó huella en ninguno de los dos. ¿Qué quiero decir? Pues que sólo servía para el nivel local, que es pobre de por sí.
A nuestro moribundo fútbol, por más que se contrate a un técnico extranjero de primer nivel, no va a resurgir para el siguiente mundial. No soy pesimista, sólo soy realista. Ojalá equivocarme y vayamos a Brasil 2014, pero tengo que ser sincera y no lo creo. Vi a Jefferson Farfán, hace unos días, dándole la clasificación a su equipo en la Champions con dos golazos que le dieron las portadas en todo el mundo. Sin embargo, en Lima aquellos titulares son para pedirlo en la selección peruana, en la que evidentemente no está invitado por una falta que cometió. Soy de las personas que piensa que no debe ser convocado en este proceso, pues cometió una indisciplina y es preferible tener jugadores de menor nivel pero más comprometidos con el objetivo. Seguro hay personas que están en desacuerdo conmigo, pero creo que es muy honorable la decisión de Markarián en no llamarlo así "gane la liga de campeones". Cabe resaltar que él es el que decide, no el resto, ni siquiera el capitán. Con esto, me refiero a Pizarro y sus declaraciones. Algo exagerado lo que se creó alrededor de unas simples palabras en favor de su amigo y compañero.
Para finalizar, observo la situación de André Carrillo y me inquieto. Insisto, este chico me preocupa. Principalmente de su futuro. Las aves de rapiña, sí, es una lástima pero hay que decir las cosas como son, están a la expectativa. El fútbol nacional está podrido por dentro, si su entorno que más parece un circo o un show de reality no va a permitir que madure, lo que ha sucedido con muchos antecesores a él. No hay que marearlo con elogios, tampoco bombardearlo de críticas, sólo ser justos y equilibrados con las opiniones que damos. Lo que pasó con Manco, que a los 17 años decían que era un crack, no debe repetirse. Pese a que el chico tiene calidad, claro que sí, así como Farfán o Manco, pero dependerá de él ser más grande que ellos, en especial a la "foquita" porque cualquiera puede superar al "Rei" ahora ya que prefiere jugar en el Juan Aurich que en el PSV Eindhoven de Holanda. Lo digo porque regresó de Europa, aunque estaba jugando prestado para otro club, creo que pudo quedarse a luchar un puesto sin importar el tiempo que le tardara. Apuesto a que varios están de acuerdo conmigo. No hay que darles todo, hay que enseñarles que no son los mejores, que tienen que esforzarse para lograrlo. Cuando se les sube todo a la cabeza, está perdido todo.
Mi columna de opinión en www.hinchaperuano.com