miércoles, 2 de marzo de 2011

No hay que tropezar con la misma piedra

Hace más de una semana comencé este post hablando de André Carrillo. Por falta de tiempo, no llegué a extenderlo como quería. No obstante, agradezco no haberlo culminado ya que me gustaría tocar otro tema que considero muy importante: mentalidad.


Tanto se ha hablado acerca del fracaso de nuestra selección sub 20 en el último sudamericano, también en el anterior y así sucesivamente pero en retroceso. Las particulares noticias de Reimond Manco han llegado tan lejos que, desde aquí, me siento indignada. Cuando me enteré de su secuestro, me pareció extraño pero sentí preocupación por el jugador. México es muy peligroso y no pensé en los antecedentes del popular "Rei" debido a lo delicado del asunto. Hasta que la gota, de verdad, colmó el vaso. El ex Alianza y PSV asegura que no volverá al país donde ocurrió ese suceso traumático para él. ¿Qué quiso decir con esto? Chau Atlante. Sí, a aquellos todavía creían en él, los pocos que quedaban, los terminó por desilusionar nuevamente. No es un caso perdido, sino irreversible.


Sé que la gente está cansada de ese ejemplo, del prospecto de gran jugador que no llegó a ser. Al que hace unos tres años se le vislumbraba un futuro europeo, además que tuvo la enorme oportunidad de emigrar al viejo continente pero terminó regresando sin haber logrado nada. No obstante, debo decir que no es el único caso que hemos tenido y creo que lo sabe la mayoría. Hemos tenido grandes promesas, proyectos de extraordinarios futbolistas y además a los que finalmente la carrera se les trunca o se les estanca por diversos motivos, en varios casos por algo ajeno a las canchas.


El secuestro de Reimond Manco tiene tantas versiones de las que nadie cree una sola palabra. Y aunque fuera cierto, no tendría por qué volver a Lima. Según él, se estaba comportando como un profesional, entonces, como tal, debía regresar. En México están furiosos con el ex "jotita" aludiendo a que es alcohólico y mitómano, mientras el joven delantero ha optado por jugar en el Perú. Un triste hecho, sin duda. Al parecer, este futbolista, sin ser muy rigurosa lo puedo llamar así, no ha crecido ni como persona ni como deportista. No escarmienta, simplemente vive el momento y es conformista. Cuantos casos de jugadores con mucha técnica como Kukín, Cordero y hasta Waldir que sólo rendían bien para el nivel local. Hay que tener en cuenta que el goleador histórico aliancista jugó en Estados Unidos y Argentina, pero no dejó huella en ninguno de los dos. ¿Qué quiero decir? Pues que sólo servía para el nivel local, que es pobre de por sí.


A nuestro moribundo fútbol, por más que se contrate a un técnico extranjero de primer nivel, no va a resurgir para el siguiente mundial. No soy pesimista, sólo soy realista. Ojalá equivocarme y vayamos a Brasil 2014, pero tengo que ser sincera y no lo creo. Vi a Jefferson Farfán, hace unos días, dándole la clasificación a su equipo en la Champions con dos golazos que le dieron las portadas en todo el mundo. Sin embargo, en Lima aquellos titulares son para pedirlo en la selección peruana, en la que evidentemente no está invitado por una falta que cometió. Soy de las personas que piensa que no debe ser convocado en este proceso, pues cometió una indisciplina y es preferible tener jugadores de menor nivel pero más comprometidos con el objetivo. Seguro hay personas que están en desacuerdo conmigo, pero creo que es muy honorable la decisión de Markarián en no llamarlo así "gane la liga de campeones". Cabe resaltar que él es el que decide, no el resto, ni siquiera el capitán. Con esto, me refiero a Pizarro y sus declaraciones. Algo exagerado lo que se creó alrededor de unas simples palabras en favor de su amigo y compañero.


Para finalizar, observo la situación de André Carrillo y me inquieto. Insisto, este chico me preocupa. Principalmente de su futuro. Las aves de rapiña, sí, es una lástima pero hay que decir las cosas como son, están a la expectativa. El fútbol nacional está podrido por dentro, si su entorno que más parece un circo o un show de reality no va a permitir que madure, lo que ha sucedido con muchos antecesores a él. No hay que marearlo con elogios, tampoco bombardearlo de críticas, sólo ser justos y equilibrados con las opiniones que damos. Lo que pasó con Manco, que a los 17 años decían que era un crack, no debe repetirse. Pese a que el chico tiene calidad, claro que sí, así como Farfán o Manco, pero dependerá de él ser más grande que ellos, en especial a la "foquita" porque cualquiera puede superar al "Rei" ahora ya que prefiere jugar en el Juan Aurich que en el PSV Eindhoven de Holanda. Lo digo porque regresó de Europa, aunque estaba jugando prestado para otro club, creo que pudo quedarse a luchar un puesto sin importar el tiempo que le tardara. Apuesto a que varios están de acuerdo conmigo. No hay que darles todo, hay que enseñarles que no son los mejores, que tienen que esforzarse para lograrlo. Cuando se les sube todo a la cabeza, está perdido todo.


Mi columna de opinión en www.hinchaperuano.com

domingo, 2 de enero de 2011

¿Perdón por Navidad?



El caso Veneto. Tan sonado como cuestionado. En el nuevo proceso, una mancha negra se encargó de apañar las ilusiones de muchos aficionados. Pese a que llegó con bombos y platillos, Sergio Markarián no se libró del lastre que caracteriza a nuestro fútbol: la indisciplina. A lo largo de los años, no hemos podido quitarnos ese peso de encima. La decisión del técnico parecía irrefutable e irreversible, sin embargo, sus últimas declaraciones dejan entrever que lo estaría reconsiderando, que podría existir una esperanza para los vetados.


¿Otra vez?


El Perú se preguntaba el porqué, sabiendo que la desastrosa campaña en las eliminatorias pasadas estuvo marcada también, salió a la luz el escándalo. ¿Justo ahora? En el momento que llegaban buenos resultados en los amistosos y daban confianza a la selección e hinchas. En el inicio de este camino para la clasificación, tres jugadores decidieron hacer caso omiso a las indicaciones del entrenador y cometieron una falta grave. Es cierto, sólo eran encuentros de preparación, pero uno se compromete desde el comienzo, no cuando quiera.



Las inevitables pérdidas


Después de la decisión del DT, queda analizar lo que se gana y, por consiguiente, lo que se pierde. En primer lugar, cuando asumió Markarián fue muy claro en cuanto a las indisciplinas, no las toleraría. La sanción hace que el entrenador uruguayo gane respeto. Al cumplir su palabra y, aunque se quedara con unos pocos, refleja que él trabajaría con los que lo hagan seriamente. Además, se cierran puertas pero se abren otras. Es decir, algunos que no están, dan pie a que se descubran otros que sí pueden. Por lo tanto, todos los futbolistas del seleccionado estaban advertidos y guerra avisada no mata gente. Bueno, eso se suponía.



Jugaron con fuego y se quemaron. Jefferson Farfán, John Galliquio y Reimond Manco pecaron de "olvidadizos". El primero es claramente la más lamentable ausencia en el once nacional. Futbolistas como la "Foquita" no abundan, especialmente en nuestro medio, es el distinto. El ex delantero de Alianza marca la diferencia en el Schalke 04 que, pese a que su club no anda bien en la Bundesliga, es figura de su equipo. Esta calidad que no podemos darnos el lujo de privarnos, todavía con lo “necesitados” que estamos de triunfos. El segundo es cumplidor, "Tyson" nunca se ha caracterizado por ser dotado en técnica, pero es fuerte y no desentona, lo principal, tiene regularidad. El último es el más farandulero de los tres, acaso un "nuevo Kukín" o otro "cholito Sotil", quizá lo comparo con casos extremos pero si sigue en esa senda nada es imposible. Reimond Manco, el dolor de cabeza de los hinchas peruanos y la comidilla de la prensa amarilla de nuestro país. El ex jotita tenía, entre muchas cosas, talento que mostró en el sudamericano y el mundial sub 17, pero el tema extradeportivo lo terminó alejando de ese futuro prometedor que se le auguraba. Gambeta, habilidad, rapidez, picardía, entre otras, son cosas que le vi al actual futbolista del Juan Aurich. Parece ayer cuando partió al PSV con una frase algo desatinada: "cumplí mi ciclo en Alianza", pensé que estaba alucinando, pero no, lo dijo en serio. Y yo que pensaba que la mala espina era idea mía.


Todos merecemos una segunda oportunidad (?)


Aquí entro en un terreno complicado, pero resulta que hay personas esperanzadas en que se perdonen a estos jugadores. Cabe recordar que Chemo del Solar nunca les quitó el castigo (suyo) a los involucrados en el caso "Golf Los Inkas". La pregunta es: ¿Se merecen el perdón? O al menos, se podría tener una consideración con Farfán por ser el más importante de todos. ERROR. Mi opinión es que si se perdona a uno, se perdona a los tres, así como también pueden quedarse en la misma situación que ahora: sancionados. A Marcelo Bielsa no le tembló la mano cuando decidió no llamar a jugadores que habían sido, en su momento, indiscutibles en Chile. Por ejemplo, el caso de David Pizarro, se dio en otra circunstancia, pero que igual no era del agrado del "Loco". Con esto me refiero a que el entrenador tiene la última palabra, habrá que respaldarlo si opta por llamarlos o si no lo hace, dejar de insistir si sigue firme en sus convicciones o aceptar si da marcha atrás, todos tenemos derecho. Eso sí, ante cualquier indisciplina futura, de los implicados o de otros, deberán estar vetados de la selección durante todo el proceso. En Copa América y en Eliminatorias no se deben soportar majaderías, no estamos para eso, nadie es niñera para andar persiguiendo a los jugadores, ellos deben sentir el compromiso que tienen con sus compañeros, con su DT y con el país entero. Finalmente, no veo con desagrado un posible perdón, pero también dudo si eso sería lo mejor. Quizá sea el regalo por fiestas. Sergio Markarián lo dirá.


post publicado en mi columna de www.hinchaperuano.com